El Conjunto Punta Pacífico es un proyecto residencial multifamiliar de playa ubicado estratégicamente en la ciudad de Salinas, frente al Malecón de Chipipe, en la última manzana de uso residencial de la península de Santa Elena, conocida como la punta más sobresaliente hacia el Océano Pacífico en América del Sur. Su nombre, Punta Pacífico, refleja las características geográficas y contextuales más distintivas del lugar, consolidando su identidad como un hito en la región.

El proyecto se fundamenta en la premisa de transformar la experiencia de habitar en la playa, priorizando la creación de espacios confortables tanto en las áreas comunales como en las privadas. Este objetivo se materializa mediante un diseño meticuloso de los espacios, una selección rigurosa de materiales a cargo del equipo de diseño arquitectónico e interiorismo, y una ejecución impecable en obra por parte del equipo de construcción. El resultado es una edificación ejemplar que se posiciona como un referente en la principal ciudad balnearia del Ecuador, elevando los estándares de calidad y habitabilidad en la zona.

La conceptualización del proyecto tuvo sus inicios hace casi una década, en un momento en que la oferta inmobiliaria de la península de Santa Elena se percibía obsoleta. Con el propósito de innovar el concepto tradicional de los departamentos de playa, Punta Pacífico propone un modelo residencial que trasciende la mera funcionalidad, ofreciendo un estilo de vida que combina descanso y disfrute activo de servicios comunitarios. Desde su génesis, el proyecto buscó convertirse en un espacio que fomente un nuevo paradigma de vida costera, integrando diseño, funcionalidad y conexión con el entorno.

El diseño arquitectónico de Punta Pacífico se distingue por su estética contemporánea y acabados de alta calidad, ejecutados bajo estrictos estándares técnicos y estéticos. Las áreas comunales, generosas y bien equipadas, incluyen cuatro piscinas con diseños diferenciados, espacios de relajación y recreación, áreas deportivas, jardines cuidadosamente diseñados y amplios recibidores que funcionan como accesos elegantes a los niveles superiores, creando una experiencia de llegada impactante y funcional.

Los departamentos han sido diseñados para aprovechar al máximo las vistas privilegiadas que se obtienen a medida que se asciende en altura. Gracias a su ubicación única al final del Malecón de Chipipe, cada fachada ofrece panorámicas ininterrumpidas hacia el océano. Las áreas sociales de los departamentos —cocina, comedor y sala— se integran en un único espacio abierto que fluye hacia terrazas amplias con barandas translúcidas, permitiendo una conexión visual directa con la costa y la ciudad de Salinas, y potenciando la sensación de amplitud y comunión con el paisaje marino.