El proyecto arquitectónico se localiza en la provincia del Guayas, específicamente en Playas Villamil - Ecuador, en la costa del Pacífico, en una urbanización privada junto al mar. El objetivo principal del proyecto es crear un refugio de descanso que satisfaga los requisitos y necesidades del propietario. Para lograrlo, se diseñó un ingreso a doble altura que brinda una sensación de amplitud y espacialidad, el cual conduce al área de descanso que funciona como patio interno y actúa como generador y distribuidor de espacios.

En la planta baja, se encuentran las áreas sociales y los dormitorios, mientras que en la planta alta se ubican dos suites independientes a la vivienda. La zona social interior se distribuye en un solo ambiente y genera una doble altura a nivel de la cocina y el comedor, brindando una vista panorámica a la piscina. La zona de barbacoa se sitúa al aire libre y cuenta con una doble altura predominante que protege a la vivienda de sus colindantes.

Dado que la parcela es estrecha, se aprovechó la forma del proyecto arquitectónico para generar una piscina que integra todos los espacios de la vivienda, creando una sinergia dentro de ella. La materialidad blanca del cerramiento contrasta con la textura y tonalidad de la madera, la cual, junto a los grandes ventanales, genera espacios abiertos y permeables.

El programa arquitectónico se desarrolla de forma ortogonal con líneas rectas conectadas perpendicularmente, que se rompen con formas orgánicas, como la grada y el cerramiento exterior, creando espacios únicos y en constante movimiento. La vivienda luce blanca como estado de pureza y frescura, dejando como protagonista a la madera, que con su textura y forma nos guía y rodea todo el perímetro del proyecto, integrándose al interior en su cocina en doble altura, siendo este el único material que sobresale y se aprecia en su estado natural.