En este proyecto, el diseño interior se desarrolló siguiendo la personalidad y gusto del cliente, lo que permitió lograr un resultado auténtico y totalmente personalizado. El estilo adoptado responde a una línea contemporánea cálida, en la que se utilizaron materiales nobles y una paleta de colores que se reinterpretan con coherencia a lo largo de todos los ambientes. La distribución del mobiliario se definió a partir de la función especifica de cada espacio y de su circulación, con el objetivo de favorecer la integración entre las distintas áreas. Durante todo el proceso, se mantuvo el respeto por la arquitectura original de la vivienda, logrando una fusión equilibrada entre estructura, diseño y funcionalidad.