El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Perú abrió el 1 de junio de 2025, poniendo fin a décadas de sobrecarga en la antigua terminal de Lima. Como uno de los primeros pasajeros en experimentar la instalación de $2 mil millones, fui testigo tanto de logros notables como de fallas decepcionantes.

Lo que Funciona: Resolviendo la Capacidad

El nuevo aeropuerto aborda inmediatamente el problema más apremiante de Lima: la capacidad. La antigua terminal había operado más allá de sus límites de diseño durante años, obligando a los aviones a estacionarse lejos de las puertas y requiriendo viajes en autobús para llegar a las terminales. A menudo, era difícil encontrar incluso asientos adecuados mientras se esperaba el vuelo.

La nueva instalación fue diseñada para manejar entre 15-30 millones de pasajeros anualmente, desesperadamente necesaria ya que Perú es un hub importante en Sudamérica. Las comodidades son una mejora significativa de la antigua instalación. Aunque muchas comodidades aún no están completadas. Varias aerolíneas anunciaron que tendrán salas de espera mejoradas para agosto de este año.

Logros de Construcción y Seguridad de Vida

El aeropuerto merece felicitaciones por implementar importantes consideraciones de seguridad de vida y avances técnicos de construcción. La estructura de acero está atornillada en lugar de soldada, lo que produce conexiones de mayor calidad mientras permite una construcción más rápida y segura. Los miembros principales de acero parecen correctamente resistentes al fuego, y los cables que penetran ensamblajes resistentes al fuego están debidamente protegidos con materiales resistentes al fuego. Las puertas y salidas parecen adecuadas y parece haber un sistema completo de aspersores de humo y agua para la estructura. Estos avances, quizás invisibles para aquellos fuera de la industria, son ciertamente bienvenidos dentro de la región y ayudan al edificio a destacarse de las prácticas de construcción regionalmente comunes.

Áreas para Consideración

Mientras que la terminal funciona admirablemente desde un punto de vista operacional, uno podría observar que quizás no captura del todo esa experiencia inspiradora de puerta de entrada que uno esperaría al llegar a Perú. El edificio presenta paneles aislados de color gris bastante tenue, color de nubes, que crean un diálogo curiosamente innecesario con la niebla oceánica que viene del Pacífico. Entiendo que la forma del edificio fue reflexivamente inspirada por el colibrí de las Líneas de Nazca, aunque uno podría sugerir que esas notables esculturas antiguas poseen una cierta calidad dinámica que podría haber sido más completamente adoptada.

Uno nota una provisión bastante limitada de luz natural y vistas exteriores en toda la instalación. Durante mi escala de cuatro horas de 5:00 AM a 9:00 AM, me encontré algo desconectado del ritmo natural del día---perdiendo el amanecer y la conexión visual con las aeronaves y el mundo más allá. Aunque hay tragaluces presentes, podrían beneficiarse de ser más generosos en escala. La iluminación artificial, aunque funcional, tiende hacia un lavado industrial mínimo y podría quizás ser suavizada para crear una atmósfera más acogedora.

El sistema de orientación presenta algunos desafíos, requiriendo que los pasajeros descarguen una aplicación móvil para navegar adecuadamente la instalación. Este enfoque, aunque moderno, puede no ser inmediatamente intuitivo para todos los viajeros. Uno observa que ciertas áreas de la terminal logran una estética moderna bastante agradable, aunque los espacios principales de circulación tienden hacia un carácter más utilitario que algunos podrían encontrar reminiscente de la infraestructura de transporte en autobús en lugar de áreas de comodidad para pasajeros.

Reflexiones sobre el Potencial

El nuevo aeropuerto de Lima aborda admirablemente los desafíos operacionales críticos y ofrece beneficios genuinos a la infraestructura de aviación de Perú. Uno podría observar, sin embargo, que quizás hubo una oportunidad de crear una puerta de entrada que celebrara más completamente el extraordinario patrimonio cultural y culinario de Perú. En lugar de esa sensación inspiradora de aventura que uno espera sentir al embarcarse en viajes, la instalación tiende a comunicar funcionalidad eficiente---que, aunque valiosa, podría haber sido complementada con un toque más de calidez.

Como arquitecto en ejercicio, soy bastante consciente de que ofrecer crítica sin el beneficio de conversación con los diseñadores y constructores puede ser bastante injusto. Sigo genuinamente curioso sobre los desafíos que enfrentaron durante el desarrollo y estaría encantado de participar en tal discusión, ya que mi perspectiva podría muy bien evolucionar.

Sin embargo, los edificios necesitan comunicarse efectivamente con los visitantes que no han tenido el privilegio de hablar con sus creadores. Uno sospecha que el proyecto pudo haber enfrentado restricciones presupuestarias bastante estrictas que necesitaron ciertos compromisos, aunque con la inversión reportada de $2 mil millones, uno se pregunta sobre la asignación de recursos. Aunque es quizás desafortunado que el aeropuerto no logre del todo la presencia edificante que uno esperaría en una obra pública tan importante, sí sirve como un valioso estudio de caso para futuros proyectos en la región.

Peru's Jorge Chávez International Airport opened on June 1, 2025, ending decades of overcrowding at Lima's old terminal. As one of the first passengers to experience the $2 billion facility, I witnessed both remarkable achievements and disappointing failures.

What Works: Solving Capacity

The new airport immediately addresses Lima's most pressing problem: capacity. The old terminal had operated beyond its designed limits for years, forcing planes to park away from gates and requiring bus rides to reach terminals. Often, it was difficult to find even adequate seating while waiting for your plane.

The new facility was designed to handle between 15-30 million passengers annually, desperately needed as Peru is a major hub in South America. The amenities are a significant upgrade from the old facility. Though many amenities are still not completed. Several airlines announced they will have improved travel lounges by August this year.

Construction and Life Safety Achievements

The airport deserves congratulations for implementing important life safety considerations and technical construction advances. The steel structure is bolted together rather than welded, which produces higher quality connections while enabling faster and safer construction. Principal steel members appear correctly fire rated, and cables penetrating fire rated assemblies are properly protected with fire rated materials. Doors and exits seem adequate and there appears to be a complete smoke and water sprinkler system for the structure. These advances, perhaps unseen to those outside the industry, are certainly welcomed within the region and help the building stand apart from regionally common construction practices.

Areas for Consideration

While the terminal functions admirably from an operational standpoint, one might observe that it perhaps doesn't quite capture the inspiring gateway experience one might hope for when arriving in Peru. The building features rather subdued gray, cloud-colored insulated panels that create a curiously unnecessary dialogue with the ocean fog rolling off the Pacific. I understand the building form was thoughtfully inspired by the Nazca Line hummingbird, though one might suggest that those remarkable ancient sculptures possess a certain dynamic quality that could have been more fully embraced.

One notices a rather limited provision of natural light and exterior views throughout the facility. During my four-hour layover from 5:00 AM to 9:00 AM, I found myself somewhat disconnected from the natural rhythm of the day—missing the sunrise and visual connection to the aircraft and world beyond. While skylights are present, they might benefit from being more generous in scale. The artificial lighting, though functional, tends toward a minimal industrial wash and could perhaps be softened to create a more welcoming atmosphere.

The wayfinding system presents some challenges, requiring passengers to download a mobile application to properly navigate the facility. This approach, while modern, may not be immediately intuitive for all travelers. One observes that certain areas of the terminal achieve quite pleasant modern aesthetics, though the main circulation spaces tend toward a more utilitarian character that some might find reminiscent of bus transportation infrastructure rather than passenger comfort areas.

Reflections on Potential

Lima's new airport admirably addresses critical operational challenges and offers genuine benefits to Peru's aviation infrastructure. One might observe, however, that there was perhaps an opportunity to create a gateway that more fully celebrates Peru's extraordinary cultural and culinary heritage. Rather than the inspiring sense of adventure one hopes to feel when embarking on travels, the facility tends to communicate efficient functionality—which, while valuable, might have been complemented by a touch more warmth.

As a practicing architect, I'm quite conscious that offering critique without the benefit of conversation with the designers and builders can be rather unfair. I remain genuinely curious about the challenges they faced during development and would be delighted to engage in such a discussion, as my perspective might well evolve. 

Nevertheless, buildings do need to communicate effectively to visitors who haven't had the privilege of speaking with their creators. One suspects the project may have faced rather stringent budget constraints that necessitated certain compromises, though with the reported $2 billion investment, one does wonder about the allocation of resources. While it's perhaps unfortunate that the airport doesn't quite achieve the uplifting presence one might hope for in such an important public work, it does serve as a valuable case study for future projects in the region.